miércoles, 7 de diciembre de 2016

Nootrópicos e inteligencia química, peligroso espejismo

Organismos solventes informan de un crecimiento sostenido en el consumo de sustancias dopantes, por razones no médicas, como potenciadores de la capacidad mental. El hábito se expande y normaliza entre estudiantes y ciertos grupos de trabajadores. En el contexto de una sociedad y entorno laboral más competitivos se prevé que el uso de estas ayudas químicas va a seguir creciendo, mientras sus efectos a largo plazo continúan siendo desconocidos.
Los  consumidores obtienen estas drogas por medios irregulares. El marketing y la disponibilidad de tales productos en internet ha cambiado la cultura de adquisición y consumo de sustancias: la apariencia de seguridad es frecuentemente una ficción que solo consigue evitar el estigma del sórdido trapicheo callejero de sustancias.


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